Shpaguin se había hecho carpintero a los 12 años y el Ejército Ruso lo había reclutado para la Primera Guerra Munidal en 1916, donde se le asignó la reparación de artillería. Un año más tarde, participó en la Revolución rusa y fue miembro del Ejército Rojo, en donde trabajó como armero. En 1920 seguiría trabajando diseñando armas y fue premiado con el título de Héroe del Trabajo Socialista en 1945 por la creación de nuevos tipos de armas.
Precisamente, Shpaguin creó el arma favorita de las fuerzas armadas soviéticas durante la Segunda Guerra Mundial: el subfusil Ppsh-41. Este último acabó convirtiéndose en un símbolo soviético tras la victoria obtenida ante Alemania. Su diseño permite que siga operativa incluso en presencia de barro, polvo y congelación. Precisamente, es lo que les pasó a las armas alemanas que enmudecieron debido a las bajas temperaturas.
Aunque curiosamente también fue utilizada por la infantería alemana. Esto fue debido a que cuando los alemanes invaden la URSS comenzaron a conocer y a requisar el armamento ruso. Muchos de estos Ppsh-41 requisados fueron recalibrados para que pudieran utilizar la munición alemana de 9mm, así como la munición de 7,63 mm que utilizaban en la pistola Mauser.
A pesar de que su aspecto era tosco, los alemanes enseguida apreciaron la fiabilidad de esta arma en cualquier modo de empleo. Además, podía utilizarse sin aceite y ni las peores condiciones hacían mella en el Ppsh-41.
Se fabricaron más de 6 millones de unidades durante el período que duró la Segunda Guerra. También fue utilizado en la Guerra de Corea, ya que la Unión Soviética suministraba al Ejército Popular de Corea y a los voluntarios chinos que participaron en dicha contienda.